El error más grande que puede cometer una empresa es pretender que todos sus clientes son iguales. ¡Todos son diferentes! Todos tienen gustos y necesidades diferentes, algunos ya saben lo que desean comprar y otros deben consultar varias fuentes o páginas antes de adquirir un producto o servicio.
Adaptación digital para sobrevivir en un mundo con Covid-19
Pero lo que tienen en común ambos perfiles es que para su negocio deben ser igual de importantes. Ahora bien, no en vano aquellas empresas que conocen a fondo a sus usuarios tendrán siempre un as bajo la manga para saber cómo venderles, cómo dirigir su comunicación hacia ellos y cómo posicionar ciertos productos con ciertos usuarios.
Estas son ocho claves para que haga una radiografía de sus clientes actuales y potenciales:
- Conocer sus rangos de edades y género
- Saber cuál es su nivel socioeconómico y educativo
- Cuáles son sus motivaciones y necesidades
- Cómo son sus hábitos de compra, ya sea en puntos físicos o digitales
- Cuáles son sus pasatiempos
- Qué redes sociales utiliza
- Qué tan tecnológico es, qué dispositivos y aplicaciones usa
- Saber ¿qué dolores han experimentado con un producto, ya sea suyo o de su competencia?
Uno de los principios básicos del Diseño UX o Diseño de Experiencias de Usuario es precisamente eso, ayudarle a mapear a sus clientes y a obtener en el camino información valiosísima y estratégica para su negocio.
Una vez mapeados sus usuarios, tendrá claridad sobre cómo enfocar su página web o tienda en línea; por ejemplo, no es lo mismo saber que a sus usuarios solo le gustan las tenis de cierta marca y tener esas tenis ´escondidas` en su e-commerce.
O que sus clientes tengan un rango de edades de 25-35 años y que usted solo ofrezca tallas de camisas para adolescentes. Ese match entre usuarios/productos es fundamental.