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02/11/2018 – 7 minutos de lectura
Por Findasense
La innovación siempre trae nuevos negocios y nuevas formas de producir y organizar el trabajo. Sin embargo, la transformación digital ha revolucionado nuestra vida en todas sus dimensiones, incluso en la manera misma de entender el mundo y relacionarnos.
La inteligencia artificial, el data science, las plataformas colaborativas, unidos a una mayor conciencia del consumidor y conceptos productivos como la economía circular, parecen prefigurar el nuevo tablero que los empresarios deben aprender a leer para entrar al juego de los nuevos negocios.
“La forma en que nos organizamos para hacer las cosas y crear valor no es fija, está determinada por las tecnologías disponibles, las normas sociales y los sistemas regulatorios de la época” enfatizan desde el Institute for the Future, en su propuesta para ayudar a las organizaciones a integrarse a la era digital con una visión holística y sistemática.
Para tener éxito en la toma de decisiones hacia el futuro con una estrategia realmente informada es necesario combinar la investigación y la ciencia de datos, mezclar disciplinas como el big data, la netnografía, la creatividad y la economía del comportamiento y el diseño, para mencionar algunos, en esquemas de trabajo flexibles, capaces de producir soluciones a problemas a complejos.
El cambio es radical y no se queda solo en reestructuraciones puntuales, sino que implica un cambio de paradigma. «No solo se están transformando las estructuras y los flujos de las organizaciones, sino también sus funciones y propósitos”, establecen desde la perspectiva estratégica y creativa del Institute for the Future.
Capital estadístico y social: dos claves para pensar el futuro
Existe una larga tradición científica especializada en pensar el futuro. Estos enfoques privilegian el pensamiento disruptivo y aportan modelos que posibilitan la anticipación de futuros posibles.
Según el reconocido investigador sobre estudios de futuro, Sohail Inayatullah, hay preguntas fundamentales para encarar el pensamiento futuro. Estas preguntas han sido desarrolladas durante más de 40 años de trabajo e investigación por profesionales de la prospectiva. Algunas de las más significativas son: ¿cuál es la historia del problema?, ¿cómo crees que será en el futuro?, ¿qué temes del futuro?, ¿cómo puedes llegar a tu futuro preferido?
Todo este desarrollo, background teórico y metodologías son relevantes; sin embargo, hoy estamos ante un futuro incierto como pocas veces se ha presentado en el horizonte de la historia.
Por primera vez, la ciencia de datos se conecta automáticamente con la intuición humana para ofrecer lo mejor de ambos mundos: la velocidad y la eficiencia de la máquina con la comprensión contextual que solo un ser humano puede tener.
Bajo esta nueva realidad, capitalizar la información disponible y, al mismo tiempo, ganar capital social para conectar con los consumidores son los dos extremos por donde se desplaza el péndulo de los nuevos negocios.
¿Cómo está la innovación corporativa?
También existe un largo camino recorrido en innovación corporativa, donde destacados representantes de las principales industrias invierten en laboratorios de investigación. Para mencionar solo algunos de la rama de la tecnología, se encuentran: HP Labs, Google’s X Research Center, Xerox Palo Alto Research Center (PARC), Microsoft Research Lab y sigue la lista.
Por ejemplo, el AT&T Labs Advanced Technologies se enfoca en análisis de datos, servicios en la nube, networking y más. Este laboratorio es uno de los más destacados y ha ganado 8 Premios Nobel.
Entre sus innovaciones podemos encontrar desde tecnologías para el rastreos de vehículos, dispositivos que utilizan Internet de las Cosas para el monitoreo y prevención de accidentes cardiovasculares, hasta la creación de una red virtual que ha permitido que las empresas que utilizan internet ahorren hasta 50% en la compra de equipos.
Históricamente, la innovación corporativa ha sido fundamental para que las empresas establecidas puedan seguir siendo relevantes frente a las nuevas empresas emergentes.
Sin embargo, según el estudio State of Innovation, de CB Insights, el estado de la innovación actual en la compañías no es muy positivo. El 41% de los ejecutivos encuestados dijeron que sus empresas están bajo un riesgo extremo producido por las tecnologías disruptivas.
Además, un 57% de los encuestados dijeron que sus compañías no siguen procesos formales de innovación y un 60%, que toma un año entero crear nuevos productos. Según el estudio, solo 1 de 5 objetivos gerenciales se centran en la creación de nuevos servicios y productos.
Esto se explica en parte si se tiene en cuenta que la inversión en innovación es mayor cuando se trata de mejoras continuas y productos existentes (78%), pero cae radicalmente en lo que se refiere a innovación disruptiva, la cual es quizás la más necesaria, si tenemos en cuenta los cambios de la actualidad.
Nuevas metodologías al alcance de todos
“Las tecnologías de conexión, los sensores y la gran cantidad de datos están cambiando rápidamente la forma en que hacemos las cosas”, puede leerse en la introducción a la guía, Más allá de las organizaciones: nuevos modelos para hacer las cosas, desarrollada por el Institute for the Future.
Sin embargo, lo mejor de esta era dominada por el conocimiento es que todas las empresas, independientemente de su tamaño, pueden aplicar las mismas herramientas estratégicas para desarrollarse y progresar.
En este contexto, aparecen nuevas metodologías de trabajo como el service design, una disciplina que sirve para crear, implementar y mantener servicios por medio de la co-creación y el diseño centrado en el humano, de una manera secuencial, tangible y holística.
“Su razón de ser es que hoy todas las organizaciones necesitan definir, desarrollar, implementar y operar sus productos y servicios para atraer, satisfacer y retener a sus clientes, así como optimizarlos e innovarlos para mantener su ventaja competitiva”, explica Davis Espeso, Global Lead Business Strategy & Service Design, Innovation Leader de Findasense, en una columna publicada en el pasado número de Insight.
Se trata de un proceso ágil para modificar, mejorar o simplemente redefinir un servicio, que está íntimamente ligado a la propuesta de valor de la compañía, que permite crear modelos o pilotos de innovaciones antes de una implementación costosa, como se haría con el prototipo de un modelo industrial.
Enfoques estratégicos
Vivimos en una era de transformaciones que están revolucionando la sociedad y cambiando el futuro para siempre. Si repasamos los principales puntos estratégicos que necesitamos atender, tenemos:
- Ir hacia las organizaciones horizontales. Ya sea holocracia, redarquía o modelo teal, parece estar claro que las tradicionales estructuras jerárquicas atentan con lo que algunos autores, como Juan Ferrer, denominan inteligencia, responsabilidad y el liderazgo colectivo.
- Fomentar el intraemprendimiento, como la creación de valor y soluciones de mercado al estilo start-up, pero dentro de una gran organización. Las organizaciones deben ser ambidiestras; mantener el modelo de negocio actual -y pagar las planillas- y -a la vez- desarrollar un modelo de negocio nuevo que le permita transformar la cultura y generar crecimiento en el largo plazo para pagar las futuras planillas.
- Crear negocios con propósito. Gran parte de estos cambios está en los valores que trascienden el producto en sí mismo. Los negocios que tendrán éxito serán los que sepan transformarse en negocios con propósito, es decir, empresas con objetivos más allá de, simplemente, vender lo que producen.
- Pensar en la economía circular como un modelo de negocio orientado a la sustentabilidad ambiental, económica y social de empresas y comunidades.
- Aplicar la inteligencia artificial como un nuevo factor de producción.
- No olvidar que estamos en la era del conocimiento, que ha configurado una nueva economía en la que es más importante el saber que la posesión de las cosas.