Durante muchos años, las cookies de terceros han permitido a los expertos del marketing digital conocer una gran cantidad de datos de los consumidores y de todo el viaje del cliente. Sin embargo, desde el año 2020, estas cookies de terceros comenzaron a desaparecer de los principales navegadores y se tiene la pretensión de que para 2023 no existan. Esta paulatina desaparición de las cookies de terceros se debe a diferentes normativas que han salido a la luz como la Regulación General de Protección de Datos de Europa, entre otras.
En este post te explicamos qué consecuencias tiene esta decisión y cómo puede enfrentarse a este cambio tu marca para que vayas tomando medidas.
¿Qué son las cookies?
Las cookies son pequeños archivos que un navegador almacena de forma automática cuando un usuario visita una web. Estos archivos contienen información acerca del mismo y son muy útiles para que las empresas conozcan sus preferencias y puedan desarrollar una experiencia más personalizada.
En definitiva, las cookies son una especie de rastro que dejamos y, por tanto, una gran fuente de información para las marcas, pues les ayudan a perfilar los gustos de su público objetivo y, por tanto, a mejorar su estrategia de marketing digital.
En concreto, las cookies de terceros son un tipo de cookies que se caracterizan por no ser originarias de ese sitio web, sino que las generan proveedores o servicios externos de esa web como Google, Firefox o Safari. Estos dos últimos ya no las utilizan, pero ahora es el turno de Google.
No obstante, por su naturaleza, las cookies son uno de los elementos de internet que más controversia genera. Pese a que para las empresas son muy útiles, los usuarios sienten que es una violación de su intimidad y pone en riesgo su privacidad.
Las cookies de terceros no se deben confundir con las cookies originales o de primeros, que son las que nos facilitan la navegación recordando nuestro usuario o contraseña.
Consecuencias de la desaparición de las cookies de terceros
Las mayores consecuencias de la tendencia cookieless se producirán este año y el siguiente (cuando finalmente desaparecerán).
La extinción de las cookies de terceros afectará a los datos de la organización y el 47% de los expertos en marketing cree que esto tendrá un efecto grande o muy grande en el ROI de sus estrategias.
Por otro lado, eliminar las cookies de terceros también tendrá un efecto directo sobre los anuncios de las marcas en internet. Por ahora, con el rastreo de cookies, los usuarios podían recibir anuncios personalizados adaptados a ellos. Con la nueva dinámica esto se volvería mucho más complicado y sería diferente.
¿Cómo abordar este cambio?
De primeras, la eliminación de las cookies de terceros supondrá para las marcas una complicación a la hora de gestionar la información de sus clientes y usuarios.
Es importante saber que esta nueva tendencia no supone que los datos de internet vayan a desaparecer, sino que la forma de acceder a ellos y tratarlos será diferente, favoreciendo la privacidad de los consumidores.
En ese sentido, algunos datos seguirán estando disponibles para los expertos de marketing, como es el caso de los First Party Data, es decir, datos que las compañías obtienen de sus propias aplicaciones o webs cuando los clientes han pasado a formar parte de sus bases de datos gracias a rellenar un formulario, unirse a sus redes sociales o completando una encuesta.
De esta manera, una de las sugerencias más importantes que podemos hacerte para que te adaptes a este entorno cookieless es que centralices tus datos. Como vas a tener que depender más de tus propias fuentes o de otras plataformas para conseguir datos de los usuarios, te recomendamos que los vayas centralizando para que la información esté bien ordenada y que te centres en las cookies de origen.
El mundo cookieless no tiene por qué suponer el fin para tu empresa. Existen multitud de formas de adaptarte a la nueva tendencia. Lo importante es comenzar el cambio y la preparación lo antes posible para que tu marca esté preparada cuando llegue el momento.