Aunque la web 2.0 todavía se esté desarrollando, un nuevo concepto conocido como web 3.0 ha irrumpido en el panorama digital. Este nuevo paradigma promete expandirse a todos los ámbitos de la vida diaria y ofrecer una gran cantidad de oportunidades para las empresas del futuro. En este artículo te contamos en qué consiste y cuáles son las características de la web 3.0.
¿Qué es la web 3.0?
Podríamos decir que la web 3.0 es la edición más actualizada y avanzada que existe de internet en la actualidad. En la web 3.0 las páginas web y las aplicaciones serán mucho más inteligentes y podrán procesar la información de una forma similar a la humana gracias a tecnologías como el Big Data o el Machine Learning. A día de hoy existen algunas aplicaciones de este tipo en su fase inicial de desarrollo, pero la web 3.0 todavía no está implantada a nivel general.
Un ejemplo de web 3.0 lo encontramos en algunos electrodomésticos inteligentes que ya se están implementando o en Siri y Alexa, que combinan reconocimiento de voz con inteligencia artificial. Por tanto, lo que está claro es que esta nueva tendencia cambiará por completo la forma de crear los sitios web, así como la forma en la que las personas interactúan entre sí y con el ambiente.
Diferencias entre la web 1.0, 2.0 y la web 3.0
La web 1.0 es la primera edición de internet que salió a la luz. En ella, las páginas web eran estáticas, costaba mucho conectarse y los tiempos de carga eran infinitos.
Conforme el número de personas que usaban internet fue aumentando, se fue desarrollando más esta tecnología con el fin de mejorarla. Es así como nace una nueva generación de internet, la web 2.0, en el que la velocidad era mayor y se podían desarrollar webs y aplicaciones más pesadas. Es así como nacieron las redes sociales y las plataformas como YouTube o Amazon, entre muchas otras.
En resumen, la web 1.0 era un proveedor de información estático donde las personas solo podían leer lo que se publicaba, pero no era muy común interactuar. En cambio, la web 2.0 (la que usamos en la actualidad), es una red mucho más interactiva, social y en la que los usuarios colaboran entre sí.
Respecto a la web 3.0 la mayor novedad que traería consigo sería la relación semántica que se produciría entre páginas web. Esta web añadiría metadatos para aportar valor a la información y mejorar la búsqueda. En definitiva, la web 3.0 sería una web mucho más inteligente, proporcionando resultados en mucho menor tiempo a los usuarios, así como más relevantes y personalizados. Esto, además, es algo que haría que el algoritmo cambiara.
Descentralización y apertura
Otra de las características principales de la web 3.0 en comparación con las anteriores es la descentralización. Con esta nueva versión de internet, los datos ya no se almacenarán en lugares centralizados, como principalmente se hace en la web 2.0, sino que se conectarán de forma descentralizada.
Por otro lado, mientras que la web 2.0 está más vigilada y contiene anuncios masivos, la web 3.0, gracias a tecnologías como el blockchain, creará un entorno mucho más abierto en la que las personas podrán mantener la propiedad de sus datos personales.
Beneficios de la web 3.0 para las marcas
Ahora que ya conocemos más en profundidad las características de la web 3.0, es el momento de centrarnos en qué supondrá para las marcas:
- Libertad: la web 3.0 traerá, tanto para las marcas y creadores como para los usuarios mucha más libertad. Al no estar controlada por una entidad y estar descentralizada, la censura y la restricción no se podrán ejercer de la misma forma que ahora.
- Entender mejor al público: gracias a que la experiencia en internet será mucho más personalizada (pues este tipo de web entenderá mejor las preferencias de cada usuario), los vendedores podrán conocer mejor las necesidades de compra del público y mostrar productos o servicios más afines a cada persona. Los anuncios serán mucho más relevantes para las personas y habrá más posibilidades de que realicen una compra.
- Seguridad: con la web 3.0 será mucho más seguro almacenar datos de clientes, ya que internet está descentralizado y existe una mayor transparencia. Sin embargo, algunos expertos aseguran que esto podría ser una mala noticia para las empresas que habrían recabado una gran cantidad de datos, pues perderían el acceso a los mismos, que les suponían una gran ventaja competitiva.