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06/12/2016 – 4 minutos de lectura
Por Findasense
Aldous Huxley ya lo había adelantado en 1932, en su genial e inquietante novela “Un Mundo Feliz”, donde describe un utópico mundo programado, auto controlado y ordenado; un mundo manejado por las máquinas, aunque no exento de nuevos retos humanos y desafíos filosóficos.
Recientemente, en una conferencia llamada The Future of People (el Futuro de la Gente) realizada en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) científicos, ingenieros, inversores, periodistas, sociólogos y emprendedores analizaron sus respectivos campos para imaginar cómo será la humanidad del futuro.
Según una nota publicada en el El País, si bien en el encuentro predominó una visión positiva y tecnocrática (áreas como la ingeniería genética, medicina regenerativa y realidad virtual mostraron sus avances), los panelistas y asistentes no dejaron de lado las facetas más controvertidas de estos temas, como el acceso universal a los adelantos en salud y a los beneficios de la tecnología o la preocupación por la pérdida de empleos debido a la automatización.
Hace años que los expertos predicen el tiempo en que los robots reemplazarán la mayor parte de nuestro trabajo mecánico u operativo; esto ya ha ocurrido y sigue ocurriendo en múltiples ramas de la industrias. Pero a diferencia de la primer Revolución Industrial de la segunda mitad del siglo XVIII, donde el trabajo manual fue reemplazado por la primeras máquinas, el salto tecnológico de nuestra era es menos lineal y predecible en sus efectos.
Según un estudio publicado en Harvard Business Review los robots de nuestra era ya no sólo reemplazan posiciones operativas, sino que comenzarán a asistir gran parte de tarea intelectuales o cognitivas. La Inteligencia Artificial está desarrollando sus propios métodos para superar las capacidades humanas en muchos trabajos. Esto se sustenta sobre la base de estudios que ya permiten resumir la complejidad del cerebro humano a un algoritmo básico.
Periodistas, médicos o abogados serán cada vez más asistidos (y en cierta manera reemplazados) por el procesamiento inteligente de los datos.
Está claro entonces que del mismo modo que la inteligencia artificial nos plantea retos profesionales promete brindarnos nuevos beneficios, con aplicaciones especializadas cada vez más comunes y útiles, que mejoran nuestra economía y calidad de vida.
Hoy marketers, creativos, periodistas nos encontramos muy entusiasmados hablando de datos. En el 2014 Campaign US ya se resaltaba el inexorable lazo entre la creatividad, el diseño y los datos. Sin embargo, en la actualidad, algunos críticos ya han dichoque los creativos han abusado de los datos en Netflix. ¿Será por esto que la realidad se parece cada vez más a la ficción?
Esta relación entre Big Data, estrategia y creatividad seguirá creciendo, junto a técnicas de diseño, como los nuevos recursos de la realidad virtual. Sin embargo, un estudio Altimer rescata que si bien el 81% de las empresas consultadas cuenta con un departamento digital, sólo el 40% tiene un grupo de trabajo multifuncional formalizado. ¿Realmente nos estamos preparando para el salto cualitativo que la innovación tecnológica y la transformación digital nos está planteando?
Parece que los “chatbots”, estos agentes conversacionales diseñados para estimular conversaciones inteligentes sin que haya necesariamente seres humanos de por medio, ya son capaces de satisfacer una experiencia de consumidor personalizada.
El impacto de la inteligencia artificial y la robótica ya no pertenece solo a la comunidad científica ni al mundo de la ficción, están entre nosotros, pero de nosotros dependerá la mejor manera de utilizarlos.