Comparte
04/01/2018 – 3 minutos de lectura
Por Findasense
Los avances tecnológicos, el análisis de la data y la Inteligencia Artificial (IA) han impulsado un cambio en la forma en la que las personas se relacionan entre sí y con las marcas.
No hace mucho tiempo, las organizaciones sólo debían preocuparse por exponer sus productos o servicios, pero esto ya no basta. Hoy nos enfrentamos a un consumidor comprometido, demandante e informado; un consumidor que no sólo analizará el valor sino también los valores de los productos y servicios que adquiera.
Lo primero que tenemos que entender es que hablar de innovación en el producto o servicio no se reduce únicamente a la tecnología, se trata también de cambiar la cultura de las organizaciones para mejorar la experiencia del cliente a lo largo de los diferentes puntos de contacto.
Hoy el reto no es solo adaptar la comunicación a las necesidades de los clientes en cualquiera de los canales o acceder a un conocimiento profundo del consumidor, sus exigencias, hábitos y costumbres. También tenemos que cambiar toda la cultura organizacional, cambiar los modelos rígidos por los de una plataforma de creación y cambio constante que trabaje para obtener un impacto positivo, que vaya más allá del negocio que nos compete.
Surfeando la ola de la transformación digital
La transformación digital es una avalancha de fenómenos que impactan en las personas, las compañías y la sociedad como un todo. Esta transformación no se circunscribe al mundo de la comunicación, las redes sociales o el marketing de contenidos, todos los procesos y hasta nuestra forma de concebir el mundo del trabajo o nuestras vidas se ven alcanzadas por los cambios que nos traen las nuevas plataformas.
Hacia adentro, nuestra cultura organizacional se está moviendo de las relaciones de trabajo a trabajar en las relaciones, en la búsqueda de crear relaciones que funcionen para el trabajo y para la vida.
Teniendo esto en cuenta, entendemos el crecimiento de la organización como una razón biológica, como un ser vivo que necesita crecer y desarrollarse, pero en armonía con los necesidades y la realidad del entorno. Eso es lo que nos da la posibilidad de innovar en aquello que genera más valor para nuestros clientes de maner orgánica, casi natural.
Por eso es que pasamos de hablar de organizaciones basadas en modelos B2C a una metodología B2WE, donde la educación y el compromiso con la satisfacción del cliente comienza desde la estructuración interna de la compañía.
Cierta hibridez nos define y nos posibilita actuar como una agente de cambio positivo: somos una agencia, una consultora y una integradora. Tenemos lo mejor de la estrategia de una consultora y la ejecución creativa de una agencia. Como integradora de partners tecnológicos cerramos la ecuación para satisfacer las necesidades múltiples del consumidor de hoy.
Nos proponemos ser una organización tecnológicamente inteligente y adaptable, que no solo agregue valor a sus clientes y empleados, sino también al mundo en el que opera y transforma.