30/05/2019 -  2 minutos de lectura Por Esther Hernández Gala

Vodafone, Amazon, Caixabank, Santander, Nissan o Día Supermercado son sólo algunos ejemplos de compañías que han comunicado expedientes de regulación de empleo en los últimos meses en España, y que han tenido que ejecutar sus correspondientes planes de crisis.

Todas ellas han planteado que las decisiones se refieren a cambios de estrategia empresariales, motivadas por la innovación tecnológica cambiante, que, además, afecta a todos los sectores.

Este es un buen ejempo, de cómo el contexto de la transformación digital también implica reflexionar sobre los retos a los que nos enfrentemos a la hora de gestionar crisis de comunicación, así como en profundizar en las soluciones que ofrece la onmicanalidad y el procesamiento de datos.

Aquí algunos retos para afrontar la cuminicación de temas complejos en los tiempos de los canales digitales:

1. El reto de importar datos de calidad ante la “infoxicación” de los canales digitales

La data desestructurada que podemos analizar en un entorno de onmicanalidad nos ofrece buenas oportunidades en la gestión de la comunicación de crisis. La detección de la conversación de micro, e incluso nano-influencers externos y e internos (empleados y colaboradores) en múltiples canales, con menor impacto pero con mayor credibilidad y alcance para la compañía y sus trabajadores, es vital en la gestión de la crisis de comunicación digitales.

2. El reto de la maxi-personalización de los mensajes para cada audiencia de interés

Importada la data y evaluada su calidad, el siguiente reto que nos planteamos, si se opta por una comunicación proactiva, es el de la maxi-personalización de los mensajes para cada público objetivo en la comunicación de la crisis. Así los mensajes tienen que ser entregados de forma eficaz en un contexto de dispersión de canales y de complejidad de audiencias, saturadas por el ruido en el entorno digital.

3. El reto de la evaluación y toma de decisiones en tiempo real

El cambio en la forma de trabajar es evidente y además, se debe abordar en el menor tiempo posible. Si la toma de decisiones debe ser rápida y efectiva en el actual ecosistema digital, imaginemos la revolución que supondrá el escenario inminente, con el Internet de las Cosas, IoT, o tecnologías como los wearables en las comunicaciones.

Valorados estos retos, la gestión en el ecosistema omnicanal de las comunicaciones durante las crisis corporativas son uno de los grandes desafíos para los profesionales actualmente. Las oportunidades son inmensas, podemos explorar nuevas fórmulas para tratar el dato, personalizar la comunicación en formatos y canales revolucionarios y aplicar modelos predictivos que nos abren infinitas oportunidades.