31/03/2022 -  3 minutos de lectura Por Dulce Maldonado

Hace unos días cumplí 3 años siendo parte del equipo de Culture & People Experience en Findasense, 3 años que se suman a unos tantos más de mi trayectoria laboral. He tenido experiencias que me han hecho viajar, equivocarme y crecer, aprender de diferentes giros empresariales y por sobre todo conocer a muchas personas que han enriquecido mi vida. Cada año reflexiono sobre cómo he llegado hasta aquí y hoy sentada en un café en Berlín, donde Findasense no tiene oficinas y trabajando completamente en remoto, mi reflexión se suma a la de millones de personas en el mundo.

Durante este 2022 hemos escuchado mucho sobre la ola de renuncias en todos los sectores que se ha denominado “The #GreatResignation”. Laura Di Prisco nos habló de ello a finales del año pasado en el capítulo de Employee Experience de Insights Podcast.

Esa gran ola de renuncias ha tenido su  momento desde finales del 2021 y se prevé que mantendrá su alcance durante todo este año; es algo que ha movilizado a millones de personas a dejar su trabajo y buscar opciones que les permitan tener un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal y un lugar de trabajo más alineado con sus valores.

Sin embargo, el mundo tan dinámico como es, ha empezado a mutar este concepto a uno en donde las empresas se preparan (o no) para poner foco en lo que las personas hoy, no solo necesitan sino demandan. Y el mercado laboral está inmerso en esta nueva ola llamada “The #GreatReshuffle”.

Anthony Klotz, profesor asociado de administración en Texas A&M University y quien también acuñó el término ”#GreatResignation”, le dijo a la BBC, “ahora hay una mayor capacidad para que las personas adapten el trabajo a sus vidas, en lugar de tener vidas que se mezclen con su trabajo”. Y así es como se manifiesta lo que veíamos desde hace tiempo y no sabíamos cómo decir, las empresas ya no son las que sostienen el poder en el mercado laboral, sino el talento que está listo para elevar la barra y encontrar sus expectativas de vida. 

Al final ¿qué significa esto? y sobre todo, ¿qué tiene que ver conmigo?, siendo una persona que trabaja con la experiencia de las personas en las empresas: creo que es una oportunidad de oro para influir tanto como sea posible en que logremos ese balance.

El trabajo híbrido o remoto es solo la punta del iceberg. Debajo se encuentran los cimientos de la cultura laboral que necesitó de una pandemia para evolucionar. Esto es solo el comienzo. Pocas empresas estaban listas para esta movilización y las personas han desarrollado un sentido de urgencia en la toma de decisiones sobre su desarrollo profesional.

Como empresa (y me refiero a personas construyendo oportunidades para otras personas) hoy más que nunca nos toca actuar rápida pero estratégicamente, tenemos la responsabilidad de crear una cultura que atraiga y cobije al talento que necesitamos para ser el mejor en el sector, personas dispuestas a ser innovadoras y disruptivas con sus ideas, y claro que un paquete compensación ayuda, pero más allá de eso tenemos la responsabilidad de brindar el liderazgo adecuado para que esto sea posible, crear verdaderos espacios de colaboración, reconocimiento y crecimiento, armarnos de herramientas que permitan el trabajo híbrido y remoto de la mejor manera posible y entender que la cultura y la operatividad, sin importar cual sea el giro de la empresa, son aliadas. 

Como personas, esta es una época maravillosa para ajustar la brújula, para entender que tenemos el poder de hacer lo que nos apasiona más que nunca y que sin importar cuál sea el enfoque que tengamos, afuera habrá un espacio ideal para nuestro desarrollo. Este #GreatReshuffle nos da la oportunidad de crear una mejora en el aspecto laboral de nuestra vida y que sin duda estamos en un momento histórico que apunta a una mejora permanente en el mundo laboral.