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13/10/2018 – 6 minutos de lectura
Por Laura Di Prisco
Es común escuchar que la diversidad es el futuro de la fuerza de trabajo. Muchas investigaciones comentan sobre evidencias donde las organizaciones diversas y con culturas inclusivas tienen:
- 2 veces más probabilidades de alcanzar o superar objetivos financieros
- 3 veces más probabilidades de tener equipos de alto rendimiento y comprometidos
- 6 veces más probabilidades ser innovadoras y ágiles
- 8 veces más probabilidades lograr una mejores resultados de negocio
Pero, ¿Por qué la diversidad es tan importante hoy en día?
Empecemos por definir diversidad. En términos del lugar de trabajo, la diversidad se refiere a una organización que garantiza que el grupo de talentos que reclutan, fidelizan y desarrollan es variado. Esto significa hacer esfuerzos para que todos los grupos, desde diferentes razas y etnias, géneros, religiones, orientaciones sexuales y habilidades están bien representados dentro de la empresa.
Para los Millenials, no sólo se trata de crear equipos diversos sino de conectar a las personas de tal forma que todas sean escuchadas y respetadas. Es por esto que la diversidad no significa nada sin la inclusión. Se trata de mirar más allá de la noción de simplemente emplear un grupo diverso de personas y, en su lugar, ver oportunidades para la organización en aprovechar un conjunto diverso de experiencias, antecedentes, visiones del mundo y métodos de resolución de problemas.
Al final, si los clientes y la audiencia, sin mencionar el mundo en general, no son homogéneos, entonces ¿por qué se beneficiaría una empresa de formar un equipo de iguales?
La organización digital de hoy, que opera como una red de equipos, prospera con el empoderamiento, el diálogo abierto y los estilos de trabajo inclusivos. Es en torno a la inclusión, donde los líderes tienen la mayor influencia sobre cuán integrado y respetado se siente cada empleado. Es responsabilidad de cada persona dentro de la organización ayudar a fomentar una cultura de inclusión y aceptación, reconociendo desde lo más básico las diferencias entre las personas y el valor que pueden aportar.
Cultivar exitosamente una cultura diversa e inclusiva, pone en valor la heterogeneidad de los equipos y aumenta la satisfacción de los empleados al saber que su organización los integra aceptando y respetando su individualidad. Esto en definitiva incluye una serie de beneficios, tangibles e intangibles para la empresa relacionados con:
- Los empleados:
Glassdoor encuestó en su comunidad a los solicitantes de empleo activos y pasivos para comprender mejor la importancia de la diversidad durante el proceso de contratación y durante el empleo. Dos tercios (67 por ciento) de los encuestados dicen que una fuerza de trabajo diversa es un factor importante al evaluar empresas y ofertas de trabajo, lo que significa que los grupos minoritarios valoran la diversidad incluso más que el buscador de trabajo promedio.
Esta es una simple muestra de cómo en una cultura empresarial diversa e inclusiva potencia la atracción, reclutamiento y fidelización de personal de un amplio y variado abanico de talentos. En este sentido, contar con personas de un colectivo determinado nos ayuda a conocer mejor las necesidades y características de ese mercado potencial y poder ajustar nuestra oferta de productos y servicios atrayendo a dicho colectivo.
Asimismo, se genera un impacto mejora en el ambiente y clima laboral, aumentando los niveles de motivación de toda la plantilla, fomentando el compromiso y la asunción de responsabilidad del personal. Estos niveles de compromiso mutuo con la organización y motivación conllevan a reducir los índices de absentismo y de rotación.
- Los procesos internos.
Al generarse una mayor apertura para aportar ideas y pensamientos que puedan provenir de se da un potenciamiento a la creatividad y la innovación lo que permite desarrollar nuevos productos, servicios y estrategias de mercado, haciendo posible que se pueda responder de modo más efectivo a las situaciones actuales y futuras del mercado.
Al contar con un equipo diverso, se genera una clara mejora de los conocimientos sobre cómo operar actuar en culturas diferentes ya que se pueden anticipar las necesidades y las posibles reacciones o dinámicas de los consumidores locales.
- Los mercados: clientes y proveedores.
A medida que la fuerza de trabajo en ciertos sectores continúa avanzando hacia la automatización, los roles centrados en la creatividad y la innovación se convertirán cada vez más en áreas donde los seres humanos puedan tener el mayor impacto e influencia.
Los equipos que pueden aportar diversos puntos de vista a un proyecto ya contarán con una ventaja competitiva anticipando de cierta forma el futuro, a medida que las industrias a su alrededor empiezan a evolucionar.
Por tanto la diversidad permite alcanzar un mayor acceso a nuevos mercados. Logrando una mayor flexibilidad y más rápida adaptación a entornos cambiantes. El fortalecimiento del vínculo y la comunicación con el cliente permite entender mejor su problemática con mejor afinidad y por tanto lograr la fidelización.
- La empresa:
Se genera un impacto positivo en la imagen y reputación de la empresa respecto al personal interno, clientes y sociedad en general.
La creación de oportunidades para grupos minoritarios, fomenta una mejor cohesión social y contribuyen a aplicar la Responsabilidad Social Corporativa.
Con un aumento en la productividad y una disminución de costes de generan mejores resultados de negocio (ROI).
Con todos estos beneficios, la diversidad pasa a ser uno de los activos de mayor valor de las empresas ya que contribuye a mejorar los resultados económicos y refuerza su identidad. Es necesario entonces, que ésta se convierta en una estrategia global a largo plazo para crear, estimular y conservar un espíritu de colaboración y aprendizaje permanente entre los trabajadores, tomando como base el respeto y el mejor aprovechamiento de las capacidades individuales de los mismos.
Se trata de generar modelos de organización más flexibles y abiertos que concentran a las personas personas únicas y genuinas, con la idea de que equipos de trabajo más diversos son más dinámicos, creativos y eficientes que los tradicionales.
No hay soluciones únicas en lo que respecta a la diversidad y la inclusión, y todas las organizaciones deberán encontrar un enfoque que se alinee con su ADN. Pero al igual que con cualquier cosa, el progreso aquí comienza con un cambio de mentalidad, una apertura al cambio y, por supuesto, la disposición a escuchar a su gente.