Diversos análisis de mercado y tendencias demuestran que en la actualidad cada vez más los consumidores premian y desarrollan un mayor sentimiento de pertenencia con aquellas marcas que se comunican con ellos de forma honesta, transparente, activando con hechos palpables y reales sus compromisos en temas críticos como los medioambientales, pero también en otros, como hacia causas sociales, como el feminismo y la diversidad.
Así, la credibilidad gana frente a otros aspectos, como pueden ser el precio, la notoriedad y la tradición.
Son muchas las marcas que en la actualidad, ya sea en su comunicación corporativa, sus redes sociales, su packaging o su página web, se apuntan a esta nueva tendencia con mensajes huecos y faltos de fundamento.
Son pocas las que realmente funcionan en torno a un sincero compromiso con valores de mejora para el futuro de la sociedad. Los consumidores lo perciben.
Para lograr esto, las empresas deben comprometerse con acciones concretas y cumplir sus promesas, en un proceso de comunicación continuo y transparente. En definitiva, una marca debería comportarse como un buen ciudadano, sujeto de responsabilidades e intereses que debe ser capaz de conciliar.
Ante un consumidor más escéptico, cuestionador y consciente de los problemas de su entorno, la credibilidad ya no se logra con tener un buen producto o servicio, sino con el desarrollo de una “coherencia corporativa” que explica la razón ser de la compañía, su aporte de valor para la sociedad.
Esta necesaria integridad debe nacer del núcleo estratégico de cada compañía e impactar transversalmente todas las áreas de la organización, no sólo las que están en el front de cliente.
Conocer los valores de nuestro consumidor
Otro aspecto clave es el conocimiento de los intereses y valores de cada una de nuestras audiencias. Las empresas deben explorar la escucha y monitorización social, para conocer en profundidad cuáles son las inquietudes y valores de nuestras audiencias; entender cuáles son los puntos donde debemos trabajar en función del sector en el que estemos inmersos.
¿Qué tipología de iniciativas mejorarían su nivel de pertenencia con la marca? ¿Qué nos demandan para ser creíbles? ¿Cómo podemos recabar, ordenar e interpretar toda esta información para obtener aprendizajes que impacten nuestras futuras estrategias?.
Habiendo empezado su actividad con el foco en cliente desde el inicio, las empresas tecnológicas parecen estar ganando la batalla en el campo de la credibilidad, porque entraron con el cambio de paradigma con foco en el cliente.
De esta manera, son percibidas como marcas creíbles y auténticas, porque de verdad crecieron desarrollando acciones que impactan y generan valor en el usuario.
Una muestra de cómo las empresas tecnológicas están ganando la batalla de la credibilidad es el ranking authentic100.com. En el Top4 están empresas tecnológicas con foco real en cliente.
En España son muchas las empresas nuevas y tradicionales que están haciendo esfuerzos por mejorar su credibilidad, su autenticidad y su confianza con los consumidores, analizando sus inquietudes y desarrollando acciones concretas que impacten, no sólo en la satisfacción de sus objetivos comerciales, sino también en el futuro de nuestro planeta.
Algunos ejemplos de marcas y proyectos interesantes de revisar son Ecoalf, Minimalism, Coca Cola y Calidad Pascual.