El BPM, viene de Beat per Minute, traducido sería “golpes por minuto” y determina la velocidad con la que se reproduce una canción teniendo un efecto en el ritmo que percibimos.
La música está presente en nuestra vida desde muy temprana edad y con el paso del tiempo vamos sumando armonías, solo pensemos: ¿qué canciones bailábamos en las actividades familiares o cuando podíamos salir de fiesta a darlo todo mientras perreabamos?
En 2020 🎶 todo se derrumbó 🎶 como cantaba Emmanuel, es decir, todo cambió, y rompimos relación con las pistas de baile, sin embargo la música nos siguió acompañando y ahora más desde nuestras casas, las cuales se convirtieron en oficinas, salones de clases e incluso gimnasios.
Con el inicio de la pandemia, las búsquedas en Google de Gym en casa se dispararon y en Findasense dijimos tenemos que proponer algo para nuestro cliente Powerade en Centroamérica y el Caribe, ya que aún entrenando en casa la hidratación es esencial.
Empezamos a trabajar contenidos de rutinas en casa con elementos cotidianos y alineados a nuestra filosofía From Data to Experience, aunque necesitábamos algo diferencial, que sumara una experiencia con más valor, es así cómo empezó a sonar en nuestras propuestas los Beats por Minutos o BPM.
El BPM, viene de Beat per Minute, traducido sería ¨golpes por minuto¨ y determina la velocidad con la que se reproduce una canción teniendo un efecto en el ritmo que percibimos.
En nuestro cuerpo existe un órgano que tiene mucho ritmo y es el corazón que también se puede medir en BPMs. Llegados aquí nos preguntamos:
¿Y si creamos pistas musicales que se sincronicen con la exigencia de las rutinas? Ya que existen estudios donde demuestran que la música tiene la capacidad de:
- Reducir el esfuerzo que percibe nuestro cuerpo durante el entrenamiento.
- Aumenta nuestro rendimiento en un 15% cuando empatamos nuestro ritmo cardiaco con los beats por minuto (bpm).
Además de existir BPM recomendados para distintos tipos de rutinas, por ejemplo:
- Calentamiento: 115 a 120 BPM.
- Levantamiento de pesas: 130 a 140 BPM.
- Cardio lento: 120 a 140 BPM.
- Cardio rápido: 145 a 160 BPM.
Con toda esta información, nos pusimos manos a la obra, creamos una press que hiciera sonar bien nuestra propuesta y por suerte el cliente aceptó bailar con nosotros en esta iniciativa.
Creando música para generar experiencias
Nos juntamos a trabajar con productores musicales y dentro del brief les solicitamos aspectos como:
- Creación de pistas musicales entre los 120 y 160 BPM:
Estas serían incluidas en los videos de entrenamientos y piezas de social media de Powerade.
Además de tracks de 4 minutos y más de 10 minutos, ideales para entrenamientos cortos o extensos los cuales están disponibles en plataformas de música como Spotify. - Sonidos de la región y del mundo del deporte:
Dentro del mix de sonidos pedimos se incluyeran ritmos latinoamericanos e instrumentos autóctonos, como marimba, percusión, ocarina, dando así un valor agregado y un sentido local.
Con los sonidos del deporte, solicitamos se agregaron ambientes de estadio, efectos que simularán correr o patear un balón, entre otros.
Luego de varias semanas de revisión para encontrar los sonidos que calzaran con el territorio de la marca y que transmitieran ese sentimiento de motivación y ganas de superarse, logramos dar vida a 4 tracks, los cuales están disponibles en los videos rutinas del sitio 100% ftiness y aquí:👇
Este proyecto ha sido increíble y el resultado es producto de un gran equipo junto a cliente que demostró que cuando se escucha la data se pueden crear experiencias diferenciadas que ayudan a nuestros clientes a posicionarse de una manera original y a su vez otorgan contenido útil para sus consumidores. Un win-win que suena bien para todos.