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11/03/2019 –  4 minutos de lectura
Por Laura Di Prisco

Los avances exponenciales de la tecnología han generado una gran transformación en la sociedad. Así como han cambiado nuestro modo de consumir, interactuar y aprender, también nuestras formas de concebir el trabajo y los negocios, haciendo que el propósito del mismo evolucione.

Ya no es suficiente trabajar por motivadores extrínsecos, es necesario potenciar lo que mueve a las personas desde dentro. Este escenario abre una puerta de oportunidades para lograr entornos laborales más diversos y equitativos. Y no sólo por género, ya que será necesaria la integración de una multitud de perspectivas, para poder responder a un universo de necesidades igualmente diversas, con soluciones adaptadas a cada tipo de consumidor o mercado.

Hacia una verdadera equidad

Es importante  generar verdaderas condiciones de equidad, no solo en lo laboral, sino en lo social, económico y político. En este sentido, el esfuerzo de garantizar los mismos derechos, oportunidades y beneficios sigue siendo una prioridad.

Para empezar, deberíamos borrar de nuestro discurso términos como “brecha salarial” o “techo de cristal”. Para esto tenemos que potenciar la transparencia en las organizaciones, donde los niveles salariales puedan ser conocidos por todos los empleados, y que estos se establezcan según criterios objetivos, como el rol y grado de responsabilidad en la organización.

Al mismo tiempo, es necesario trabajar en la integración vida-trabajo, a través de la flexibilidad y la autogestión, generando libertad con responsabilidad. No sólo para las mujeres, sino para todos los empleados de una organización, para que aquellas personas que tengan responsabilidades familiares o condiciones personales que atender puedan hacerlo con tranquilidad y sin resignar sus metas profesionales.

Esto hará que, tanto hombres como mujeres, puedan repartirse las responsabilidades en el cuidado de la casa, los hijos y la familia. Al hacerlo fuera del entorno laboral, será natural hacerlo dentro, y las mujeres podremos asumir más posiciones de responsabilidad en las organizaciones.

Digitalización transformadora

A pesar de esta transformación, aún muchas organizaciones siguen trabajando con modelos productivos jerárquicos del siglo pasado. El mundo corporativo actual nos pide otros modelos, y se hace necesario atrevernos a experimentar con nuevas formas de estructuras organizacionales, de distribuir las responsabilidades del trabajo y la base que motiva las relaciones laborales.

Esto ayudará a las personas a lograr sus metas profesionales; insisto, no solo a las mujeres, sino a todos los colectivos que en los modelos antiguos no tienen un lugar o representación. Se generarán entornos más diversos, colaborativos y flexibles, donde lo importante será el aporte de valor que cada persona pueda traer al proyecto común y al propósito de la organización.

Más empoderamiento femenino

Creo es importante recordar a todas aquellas mujeres que nos han antecedido, ya sea por su lucha, persistencia o valentía. Gracias a ellas ha sido posible acceder a un mundo laboral más avanzado en términos de equidad, y tener que afrontar menos resistencias al crecimiento.

Como mujer joven, que aún tiene mucho recorrido para crecer profesionalmente, quiero compartir la importancia de nunca perder nuestra voz. Si estamos en alguna empresa o con alguna posición de responsabilidad es porque hemos tenido el mérito de estar ahí.

En este sentido, persistir para que nuestra visión sea escuchada, nuestras ideas o propuestas tomadas en cuenta, esforzarnos por lograr los objetivos trazados, cumplir con los compromisos asumidos.

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